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domingo, maio 03, 2009

Flores del mal

La epidemia de influenza que aterroriza al mundo tiende a retroceder, al mismo tiempo que avanzan las ventas de Tamiflu, un específico contra el mal.

Ayer, el presidente de México, Felipe Calderón, agradeció al jefe de la Casa Blanca, Barack Obama, “por el importante donativo del antiviral Tamiflu”, “que ha demostrado su efectividad en la recuperación de los pacientes contagiados por este virus”.

Hay, pues, que reconocer la eficacia del medicamento. Salvo mejor parecer de la ciencia médica.

Lo qué sí está probado es la prosperidad adicional que ello significa para los fabricantes del producto.

Informaciones fidedignas recuerdan que el Tamiflu es un antiviral controvertido, lanzado a los mercados años atrás, cuando, según versión interesada, la gripe aviar amenazaba matar a la mitad del género humano.

Muchos países compraron entonces cantidades ingentes del remedio, que al final no les sirvió para nada.

Ahora el Tamiflu hace su segundo debut. Y de nuevo es un floreciente negocio.

Por esto, los investigadores han empezado a averiguar quiénes están detrás del mostrador. Pues bien: resulta que el laboratorio Gilead Sciences, cuya sede está en California, tiene la patente.

Y ¡oh sorpresa! directivo de esa compañía es Donald Rumsfeld, ex Secretario de Defensa de George W. Bush.

Rumsfeld es famoso por su falta de escrúpulos cuando de negocios se trata. Como hombre de empresa, ha ganado muchos millones con la guerra de Irak. Es además, un reaccionario fundamentalista. Entre sus amigotes estuvo el general asesino y ladrón Augusto Pinochet.

Debe de haber sido él quien, para justificar la agresión contra Irak, inventó que Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva. En realidad, es él, Rumsfeld, quien profesa admiración fanática por tales armas. En la teoría y en la práctica.

La carrera belicista de Rumsfeld se inició con la conspiración contra el gobierno sandinista, para lo cual no vaciló en injerirse en el tráfico de drogas. Se conoce también su pasión racista, que, bajo el régimen de Richard Nixon, lo llevó a encarcelar y asesinar a líderes negros radicales.

Algunos analistas creen que la gripe porcina es fruto de manipulaciones genéticas en laboratorios vinculados al aparato industrial-militar de Estados Unidos. La científica Lori Price ha señalado, en la web Globalresearch.ca, que el virus pudo haber salido de un laboratorio militar.

Se evoca aquí el papel siniestro y el poder de Rumsfeld en la estructura estadounidense.

De los hechos se desprende que hay que afrontar el peligro sanitario; pero asimismo vigilar que desalmados como Rumsfeld y sus empresas no se aprovechen de nuestro susto y nuestro atraso. Debería haber una investigación médica y biológica independiente, nacional, sobre el carácter del mal, sus alcances y su tratamiento.

fuente (diario la primera-peru)