La corte de Apelaciones ha atendido el pleito presentado por un grupo de judíos, en el que condenan el llamamiento a boicotear los productos israelíes en Francia, y ha subrayado que la critica pacífica hacia las políticas del régimen de Israel no contraponen las leyes, siempre y cuando esté basada en los criterios establecidos por el Tribunal de Derechos Humanos en Europa.
En junio de 2011, otra Corte reconoció la legitimidad de este tipo de procedimientos.
En este llamamiento, un grupo de franceses, defensores del oprimido pueblo palestino, boicotean los productos israelíes en unos grandes almacenes franceses.
Olivia Zemor, una de las promotoras de esta propaganda contra los productos israelíes, ha señalado que el objetivo principal de esta iniciativa es sancionar todos los productos que se fabrican en los territorios ocupados de Palestina y los asentamientos israelíes a manos del régimen usurpador de Israel, a fin de que sean reconocidos por la comunidad internacional.
Boicoteando los productos israelíes, los activistas franceses intentan golpear la economía del régimen de Tel Aviv y, así, provocar un despertar en la comunidad internacional.
África del Sur y varios países europeos también han boicoteado los productos israelíes hechos en los asentamientos ilegales de los territorios ocupados palestinos, en Cisjordania.
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