Todo acto o voz genial, viene del pueblo y vá hacia él. Cesar vallejo.
“El arte que se nutre del alma de nuestro pueblo, de sus sufrimientos y esperanzas es un arte que no muere, que vive eternamente en los corazones que luchan y cantan”. Jose carlos mariategui
en el tema Bolivia•Exposición del Presidente Evo Morales ante la reunión
de Jefes de Estado de la Comunidad Europea (06/30/2013).Con lenguaje
simple, que era trasmitido en traducción simultánea a más de un centenar
de Jefes de Estado y dignatarios de la Comunidad Europea, el Presidente
Evo Morales logró inquietar a su audiencia cuando dijo:
Aquí
pues yo, Evo Morales, he venido a encontrar a los que celebran el
encuentro.Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace
cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace
solo quinientos años.
Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.
El
hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder
descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide
pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a
venderme.
El hermano leguleyo europeo me explica que toda
deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países
enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo. También yo
puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el
Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre
firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de
Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata
provenientes de América.
¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.
¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!
¿Genocidio?
Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas,
que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a
ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del
capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de
metales preciosos!
¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16
millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de
muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de
Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de
guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata,
sino la indemnización por daños y perjuicios.
Yo, Evo Morales, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis.
Tan
fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un
plan ‘MARSHALLTESUMA”, para garantizar la reconstrucción de la bárbara
Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos
musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y
otros logros superiores de la civilización.
Por eso, al
celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos:
¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo
menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el
Fondo Indoamericano Internacional?Deploramos decir que no.
En
lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas
invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin
otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN,
como en Panamá, pero sin canal.
En lo financiero, han sido
incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el
capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas
líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y
provee todo el Tercer Mundo.
Este deplorable cuadro
corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía
subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su
propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente
hemos demorado todos estos siglos en cobrar.
Al decir
esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestro hermanos
europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento
de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer
Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos
adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado
solo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.
Sobre
esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto,
informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su
deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas
cifras elevadas a la potencia de 300. Es decir, un número para cuya
expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera
ampliamente el peso total del planeta Tierra.
Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?
Aducir
que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes
para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto
fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del
capitalismo.
Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.
Pero
sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los
pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su
compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa,
que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda
histórica.
O
problema dos refugiados sírios vinha amadurecendo lenta e continuadamente e
teria sido o pretexto perfeito para uma 'intervenção humanitária' comandada
pelos EUA ["Bombardear para Proteger"] na Síria. Mas a
Rússia chegou antes, e o róseo plano norte-americano pode ter gorado. - See
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As
políticas dos EUA para o Oriente Médio vêm-se mantendo obcecadamente fixas em
'mudança de regime' na Síria há pelo menos uma década, desde a invasão do
Iraque em 2003. (A agenda neoconservadora original planejava 'mudar' regimes no
Iraque, Irã e Síria, mas deu em nada, quando os campos de matança no Iraque
começaram a ditar a geopolítica.)
Não é difícil entender e acreditar que a inteligência russa, sim, pôs fim à
trama diabólica dos EUA para criar um fato consumado em solo, na Síria. O
pactofaustiano entre Washington e a Turquia e a autorização do
presidente Barack Obama para ataques aéreos na Síria (inclusive contra o
Exército Árabe Sírio), o frenesi com que Grã-Bretanha e Austrália
uniram-se às missões de bombardeios norte-americanos contra a
Síria, declarações da OTAN, os incansáveis esforços dos EUA, por baixo dos
panos, para minar o trabalho de Moscou para iniciar e pôr em andamento um
processo de paz entre os próprios sírios - de todos os lados abundavam os
indícios daquele sinistro plano político-militar.
Mas o suspense subiu à estratosfera, quando a inteligência russa entrou
claramente em cena. Numa rara cena de 'revelação', domingo à noite,
durante entrevista ao canal estatal de televisão - provavelmente
pré-arranjada deliberadamente - o ministro de Relações Exteriores da Rússia semeou
'pistas' crucialmente importantes sobre a agenda norte-americana clandestina
para a Síria escondida por trás da chamada luta para 'degradar e derrotar' o
Estado Islâmico. Disse Lavrov:
"Espero não estar
cometendo alguma indiscrição, se disser que alguns de nossos contrapartes,
membros da coalizão, dizem que às vezes recebem informação sobre as
posições de alguns grupos do Estado Islâmico, mas o comandante da coalizão
- nos EUA, naturalmente - nunca entende que seja boa hora para atacar.
Ou nossos contrapartes
norte-americanos, nunca, desde o início, contaram com coalizão muito
coesa, ou, na verdade sempre quiseram atingir outros alvos, diferentes dos
declarados. A coalizão formou-se de modo muito espontâneo: em apenas uns
poucos dias, declararam que estava tudo pronto, alguns países já se haviam
unido, e começaram alguns ataques.
Quem analise a aviação da
coalizão verá coisas bem estranhas. O que suspeitamos é que, à parte os
objetivos declarados de dar combate ao Estado Islâmico, há algo mais nos
planos da coalizão. Não quero oferecer conclusões precipitadas - ainda não
se entende claramente que impressões, informações ou superiores ideias o
comandante acalenta - mas há sinais desse tipo e não param de chegar.
Lavrov é diplomata experiente e brilhantíssimo. De modo algum teria feito
esses comentários movido por impulso instantâneo. Verdade é que a guerra à
distância dos EUA contra a Síria ganhou um toque de terrível beleza.
Lavrov disse aos EUA, polidamente, que desistam de tentar impedir a Rússia de
saltar na jugular do Estado Islâmico. E que, se não desistirem, choverá lama na
cabeça de Obama.
Em palavras simples, Lavrov sinalizou a Washington que Moscou já sabe sobre o
plano dos EUA de meter os terroristas do Estado Islâmico como sua pata de gato,
mais dia menos dia, no baixo ventre macio da Rússia na Ásia Central e no norte
do Cáucaso.
É claro que a inteligência russa sabe que centenas de combatentes viajaram da
Rússia para se unirem ao EI. (De fato, Abu Omar Shishani, checheno étnico, é
alto comandante do EI.) Dada essa sombria realidade, Moscou decidiu traçar sua
linha vermelha. Concluiu que o EI é ameaça significativa às regiões russas de
maioria muçulmana no norte do Cáucaso.
A seriedade com que Moscou está tratando a ameaça incipiente à sua segurança
nacional está evidente na decisão do presidente Vladimir Putin de ir à
Assembleia Geral da ONU no final desse mês, para fazer conclamação
planetária a favor de os países cooperarem para derrotar o EI.
As duas vias paralelas - aprofundar o envolvimento militar na Síria também em
solo e abrir uma via diplomática até o pódio da ONU - visam a derrotar a ação
dos EUA que tenta repetir a estratégia da guerra fria, de blindar Washington e
jogar o Islã militante contra a Rússia.
A diplomacia russa no passado recente trabalhou para desenvolver extensiva rede
pelo Oriente Médio muçulmano. O esforço parece ter valido a pena. Interessante:
Lavrov praticamente revelou, durante a entrevista pela televisão, ontem, em
Moscou, que os aliados regionais dos EUA no Oriente Médio, eles mesmos, também
já suspeitam das reais intenções de Washington quanto ao EI. É revelação
deveras espantosa.
Lavrov também ergueu outra pontinha do véu, ao fazer saber aos norte-americanos
que a inteligência militar russa está não apenas monitorando as operações da
força aérea militar norte-americana no Iraque, mas, além disso, já analisou
cientificamente os planos de voo dos aviões dos EUA e coisa-e-tal. Em resumo,
os russos parecem já ter cacife de inteligência para comprovar algo que os
iranianos dizem há muito tempo, a saber - que a aviação norte-americana está
regularmente fornecendo suprimentos para o Estado Islâmico.
Fato é que o firme movimento militar russo na Síria colheu Washington de
surpresa. A menos que ponha coturnos norte-americanos em solo sírio, as opções
de Washington para forçar os russos a recuar são mínimas. Grécia e Irã já
fizeram saber aos russos que garantirão direito de trânsito aéreo aos
aviões russos em voo para a Síria. (Washington fez de tudo para que Atenas
não autorizasse o trânsito dos aviões russos.)
Mas o mais duro golpe que está sofrendo a estratégia norte-americana de
contenção contra a Rússia na Síria está vindo da dramática mudança na opinião
pública de países europeus, obrigados a lidar com a questão dos refugiados
sírios. O sistema de vistos Schengen, que era orgulho e símbolo da União
Europeia, foi engavetado do dia para a noite, e reapareceram os postos de controle
de fronteira (Ver aqui e aqui).
A conclamação feita pela chanceler alemã Angela Merkel de que Europa
e Rússia devem cooperar no caso da Síria é sinal claro do que está por vir.
Obviamente, Moscou deve estar sentindo que o humor europeu vai-se tornando cada
dia mais desfavorável a que os EUA mantenham a estratégia para conter a Rússia
- e não só na Síria, como também na Ucrânia (Vide no meu blog Ukraine
tensions easing, but EUA won't let go easily [Diminuem as tensões na
Ucrânia, mas EUA não admitirão facilmente nenhuma solução].)
O ponto é que os europeus não podem aceitar que estejam sendo convocados pelos EUA
para dar conta dos cacos que voam para todos os lados do que restou da
estratégia dos EUA de fomentar e insuflar uma guerra civil para derrubar o
governo estável e democrático do presidente Bashar Al-Assad na Síria. O
presidente Obama tem planos para preparar os EUA para aceitarem quota de 10 mil
refugiados sírios no próximo ano - mas é menos que uma gota no oceano,
considerando que 4 milhões de pessoas, 1/5 da população síria, foi obrigada a
deixar o país desde o início da guerra em 2011.
Tudo isso parece estar-se convertendo no maior desastre de política exterior de
toda a presidência de Obama. Os EUA estão presos entre a espada e o paredão. A
Rússia dificilmente mudará um passo, apesar dos EUA, porque há interesses
centrais da segurança nacional russa envolvidos na luta contra o EI, luta para
a qual a Rússia precisa da participação da força militar do governo sírio.
Por outro lado, os aliados regionais dos EUA e os neoconservadores em casa pressionam
Obama a 'fazer alguma coisa', ao mesmo tempo em que os aliados europeus já
deixaram claro que querem o imediato fim do conflito na Síria.
A única via aberta para os EUA seria detonar, de vez, o EI; e enterrar o
projeto de manipular grupos militantes islamistas como se fossem ferramentas
naturais das políticas dos EUA na região e recursos para inflar estratégias de
contenção contra a Rússia. Mas... cortar na carne da própria carne não há de
ser assim tão fácil. *****
14/9/2015, MK Bhadrakumar, Indian Punchline
Ler original http://blogs.rediff.com/mkbhadrakumar/2015/09/14/Rússia-exposes-EUA-hidden-agenda-in-syria/
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En un mundo come el actual, caracterizado por una pesante crisis del capitalismo,
el libro de Terry Eagleton tiene el mérito de discutir en modo crítico y
directo las acusaciones de parte de aquellos que resondran a Marx de no
ser actual. Pero, el momento que estamos viviendo ahora confirma siempre más la
verdad y la actualidad de su pensamiento. Eagleton tiene el mérito de acercar a
Marx al lector que tiene menos familiaridad con sus reflexiones, atraendo a un
público amplio y no solo a un público academico. El plantea primero las
acusaciones a Marx y luego responde. Ningún seguidor de Freud piensa que el
maestro del psicoanalisis no haya caido en error. El objetivo de Eagleton no es
presentar las ideas de Marx como perfectas, sino como posibles.
CAPITOLO SEI
CRITICAN QUE
Marx era un materialista. Credeva que no existía nada más que la materia. No
tenía ningún interés en los aspectos espirituales de la humanidad y
consideraba la conciencia del hombre un simple reflejo del mundo material. Su
actitud hacia la religión era de brutal desprecio, y su concepción de la
moral se limitaba simplemente al principio según el cual el fin justifica los
medios. El marxismo desnuda la humanidad de todo lo precioso que tiene,
reduciendo los seres humanos a montones de materia inerte, determinados por el
ambiente circundante. Esta imagen deprimente de una humanidad carente de alma
tiene un evidente punto de conjunción con las sucesivas atrocidades realizadas
por Stalin y por los otros seguidores de Marx.
RESPUESTA
Marx no ha trascurrido muchas noches de insomnio interrogandose si el mundo
estuviese hecho de materia, de espíritu o de queso fresco. Ha rechazado con una
cierta indignación similares abstracciones metafísicas, considerandolas
inutiles conjeturas. Siendo una de las mentes más formidables de la modernidad,
Marx se ha mostrado mas bién alergico a las ideas extravagantes. Quién lo
considera un frío teórico olvida que él ha sido, entre otras cosas, un autor
romantico, desconfiado de lo que es abstracto y apasionado por lo que es
concreto y específico. Para Marx, la abstracción tiende a ser simple y anónima;
lo concreto, en cambio, para él resulta ser variada y compleja. De este modo,
cualquier cosa haya significado para él, de cierto la cuestión del materialismo
no ha tenido nada que ver con las discusiones que atañen la naturaleza de la
materia del cuál esta compuesto el mundo.
En cambio, para los filósofos iluministas del decimoctavo siglo, el
materialismo, ha significado, entre otras cosas, esto, osea: "no existe
otra cosa que materia", algunos de los cuales han considerado incluso a
los seres humanos simples funciones mecanicas del mundo material. Marx, de su
parte, sostenía que tal prospectiva fuese completamente connotada en el plano
ideológico. Tales filósofos, primeramente, ha reducido a los hombres y mujeres
a un estado de pasividad. La mente era representada como una tabla rasa, sobre
el cual eran registradas las impresiones sensoriales del mundo material
externo. Las personas se formarían, de este modo, las proprias ideas a partir
de tales impresiones. Así, los hombres podrían se manipulados de alguna manera
con el objetivo de crear ideas "correctas", a través del cuál los
seres humanos podrían cumplir rápidos pasos en adelante hacia un estado de
perfección social. No es un resultado inocente desde el punto de vista
político. Las ideas en cuestión provenían de un élite intelectual
pertenecientes a la clase media, además de la justicia, la libertad y los
derechos del hombre, se sostenía también el individualismo, la propriedad
privada (de los medios de producción) y el libre mercado. A través de este
proceso de alteración de la mente, tales pensadores esperaban, en modo
paternalístico, influenciar el comportamiento de las personas comunes. Es
improbable que Marx haya compartido este tipo de materialismo.
La filosofía materialista, antes que entrase en escena nuestro autor (Marx),
no se limitaba a este punto. De una forma o de otra, pero, Marx pensaba que
esto fuese una forma de pensamiento estrictamente dependiente de las
condiciones de la clase media. El materialismo de Marx, así como esta
desarrollado en su libro "Tesis de Feuerbach" y en otros, es
bastante diferente, y de esto era conciente. Sabía que estaba truncando en modo
neto un materialismo ya anticuado, dando vida a algo verdaderamente innovativo.
El materialismo para Marx ha significado tomar como punto de partida aquello
que los seres humanos son en la realidad, y no partiendo de un oscuro ideal del
cual poderse inspirar. Y, antes que todo, los seres humanos son una especie de
seres prácticos, materiales y corpóreos. Cualquiera otra cosa sean, o puedan
ser, debe derivar de este primo hecho fundamental.
Marx, en modo innovativo e con coraje, ha refutado el sujeto humano pasivo propuesto
por el materialismo de clase media, reemplazandolo con un individuo activo.
Toda la filosofía debe partir con la premisa que los seres humanos pueden ser
tantas cosas, pero son antes que todos agentes. Son criaturas que se
transforman en el acto mismo de transformar el propio ambiente material. No son
piezas de la historia, de la materia o del espíritu, sino seres activos,
auto-determinados, capaces de realizar la propia historia. Y esto significa
que, al contrario del elitismo intelectual del iluminismo, la versión marxista
de la historia es democratica. Son a través de la actividad práctica colectiva
de la mayoría de las personas que se pueden de verdad cambiar las ideas que
gobiernan nuestras vidas. Y esto es posible porque estas ideas son profundamente
incorporadas en nuestra conducta concreta.
En este sentido, Marx ha sido más un antifilosofo que un filósofo. Es así
que , Etienne Balibar lo ha definido "quizás ... el más grande
antifilosofo de la época moderna". Los antifilosofos son aquellos que
desconfian de la filosofia - no en el mismo sentido como podría desconfiar una
persona cualquiera, por ejemplo Brad Pitt, sino por motivos que tienen una
relevancia filosófica. Tales autores tienden a presentar ideas que desconfian
de sus mismas ideas; y si bien sean, en la mayor parte de los casos,
absolutamente racionales, no creen que todo sea reducible a la razón.
Feuerbach, al cuál el materialismo de Marx es deudor, ha escrito que toda la
filosofía autentica debe partir de su opuesto, osea, de la no filosofía. El
filósofo a su parecer, debe aceptar "aquello que no es filosofía en el
hombre, osea aceptar lo que es bastante opuesto a la filosofía y al pensamiento
abstracto". y ha también agregado que "no es el yo ni la razón que piensa,
es el hombre". Como resalta Alfred Schmidt, "la concepción del hombre
como un ser necesitado, sensible, fisiológico es, por tanto, la base
fundamental de toda la teoría de la subjetividad". En otras palabras: la
conciencia del hombre es corporea - esto no significa que no existe nada fuera
del cuerpo. Y es mas, es una manifestación de un cierto modo de ser del cuerpo,
incompleto, indefinido, capaz de cumplir en cualquier instante una acción mas
creativa que aquella que puede manifestarse justo en este momento.
Pensamos como pensamos en virtud del tipo de animal que somos. Si nuestro
pensamiento se extiende en el tiempo, es porque así son también nuestro cuerpo
y nuestras percepciones sensoriales. Los filósofos, se interrogan a veces sobre
la posibilidad que una máquina pueda pensar. Quizás podría, pero en tal caso el
pensamiento se realizaría en modo diferente al nuestro. Y es lógico, ya que la
composición material de una máquina es muy diferente a la de un ser humano. La
máquina no es dotada de necesidades corporeas, por ejemplo, no puede gozar de
la vida emocional que, en nuestro caso, es estrictamente ligada a aquellas
necesidades. Nuestro modo de pensar es inseparable de este contexto sensorial,
práctico y emocional. He aquí el porque si una máquina pudiese pensar, no
seríamos capaces de comprender lo que está pensando.
La filosofía materialista iluminista, del cuál Marx se había completamente
apartado, era una actividad, en gran parte contemplativa. Ella predecía una
situación en el cuál un sujeto pasivo, aislado e incorpóreo, examinaba en modo
desinteresado un objeto igualmente aislado. Como ya se ha dicho, Marx ha
refutado una similar representación del hombre, pero también ha subrayado que
el objeto de nuestro saber no es algo ya dado y fijado de una vez por todas. Es
mas probable sin embargo, que el hombre sea el producto de nuestra actividad
histórica. Así como debemos volver a evaluar al hombre y concebirlo como una
forma de sujeto proveniente de la practicidad, al mismo modo debemos volver a
evaluar el mundo objetivo, considerándolo como el resultado de esta misma
práctica. Eso significa por lo general, entre otras cosas, que puede ser
cambiado.
Pensar en los seres humanos como sujetos activos y prácticos, y situar luego
su pensamiento al interno de este contexto, nos ayuda a proyectar luz sobre
algunos problemas que han afligido por siempre a los filósofos. Las personas
que trabajan en el mundo son muy menos propensas a dudar que hay algo en ellas
respecto a quién el mundo lo contempla comodamente a distancia. En efecto, los
escepticos existen solo porque hay algo. Si no existiese un mundo material que
da a ellos de comer, morirían y sus dudas perecerían con ellos. Si se creyese
que los seres humanos son pasivos de fronte a la realidad, eso podría también
inducir a dudar de la existencia de este mundo. Esto es debido al hecho que
nosotros confirmamos la existencia de las cosas experimentando su resistencia a
nuestros requerimientos. Y eso ocurre antes que todo, a través de nuestra
actividad concreta.
En algunos casos, los filósofos han planteado la cuestión de las "otras
mentes". ¿Como sabemos que los cuerpos con el cuál nos relacionamos tienen
también ellos una mente igual a la nuestra?. Un materialista replicaría que si
no fuese así, probablemente, no iríamos por las calles a poner la cuestión. Sin
la cooperación social, no puede existir ninguna producción material capaz de
mantenernos en vida, y la capacidad de comunicarnos con otras personas
constituye una componente sustancial de aquello que entendemos con tener una
mente. Se puede notar que la palabra "mente" es un modo de describir
el comportamiento de un tipo particular de cuerpo: creativo, significativo,
comunicativo. No tenemos necesidad de escrutar las cabezas de las personas o de
enchufarlas a ciertas maquinas para ver si poseen esta entidad misteriosa.
Simplemente nosotros miramos lo que esas personas hacen. La conciencia no es un
fenómeno espectral; es algo que podemos ver, sentir y manejar. El cuerpo humano
es un montón de materia, pero peculiarmente creativa y expresiva; y es esta
creatividad que llamamos "mente". Definir racionales los seres
humanos significa subrayar que su comportamiento revela un esquema de sentido o
de significado. En algunos casos, los materialistas iluministas ha sido
justamente acusados de reducir el mundo a nada menos que a una materia muerta,
carente de sentido. El materialismo de Marx es todo lo opuesto.
La respuesta del materialista al escéptico no es una argumentación que no se
puede refutar. En el fondo se podría plantear dudas sobre nuestra experiencia
de la cooperación social o sobre la resistencia del mundo a nuestros proyectos.
Quizás estamos solo imaginando estas cosas. Pero mirar a estos fenómenos con
espíritu materialista puede proyectar sobre ellos una nueva luz. Es posible por
ejemplo, resaltar que los intelectuales que asumen como elemento de partida la
mente incorpórea, finalizando después con tener ésta como meta final de sus
propios discursos, no logran a comprender como la mente se relaciona con el
propio cuerpo y con el cuerpo de los otros. Probablemente en sus prospectivas,
existe una distancia incolmable entre el pensamiento y el mundo. Eso es irónico
porque, a menudo, es propio el modo en el cuál el mundo da forma a sus mentes que
permite tener una idea de este tipo. Los intelectuales son, por un lado, una
casta separada del mundo material. Solo aprovechando el exceso producido en la
sociedad es posible producir una élite profesional de sacerdotes, sabios,
artistas, consejeros, docentes de Oxford y así sucesivamente.
Platón pensaba que la filosofía fuese impensable sin la presencia de una
élite aristocrática libre de cualquier otra obligación. No se pueden tener salones
literarios y sociedades eruditas si después todo el mundo debe trabajar para
mantener en funcionamiento la vida social. En las culturas tribales, las torres
de marfil son raras cuanto las son las pistas de bolos (lo son también en las
sociedades avanzadas, donde las universidades se han convertido en órganos del
capitalismo corporativo). Visto que no tienen necesidad de trabajar como lo
hacen los albañiles, los intelectuales llegan a considerar a si mismos y a sus
propias ideas independientes del resto de la existencia social. Y esto es uno
de los multiples elementos al cuál se refieren los marxistas quando hablan de
ideología. Estas personas tienden a no considerar en términos de determinación
social la distancia, real, que las separa del resto de la sociedad. La
convicción según el cuál el pensamiento es independiente de la realidad,
es ella misma el producto de la realidad social.
Para Marx, nuestro pensamiento toma forma en el momento en el cuál actúa
sobre el mundo, y tale necesidad material esta determinada por nuestras
necesidades físicas. Se podría por tanto afirmar que el pensamiento es ello
mismo una necesidad material. Está estrechamente conectado a nuestros
impulsos corpóreos, así lo consideran Nietzsche y Freud. La conciencia es por
tanto el resultado de la interacción entre nosotros y el ambiente material que
nos rodea. Es un producto histórico. La humanidad, escribe Marx, viene
"fundada" por el mundo material, en el sentido que solo interactuando
con ello somos capaces de ejercer nuestras facultades y verlas confirmadas. Es
la "alteridad" de la realidad, su resistencia a los cambios que se le
hace, que nos conduce a nuestro primer conocimiento de nosotros mismos. Y esto
significa sobretodo la existencia de los otros. Es a través de ellos, en
efecto, que nos convertimos en aquello que somos. La identidad personal es un
producto social. Una única persona no podría existir, propio como un solo
número no tendría sentido.
Está acontecendo agora mesmo uma guerra entre aqueles que obram para proteger o Bem Comum e capitalistas fanáticos, que lutam para privatizar nossa economia, nossa cultura, nossa ecologia, nosso meio ambiente e nosso governo.
Há muito em jogo. O resultado deste conflito vai determinar se viveremos num caos distópico ou numa sociedade civil; se vamos preservar nosso sistema que serve de base à vida natural ou se, como pacientes terminais, dependeremos de aparelhos para sobreviver.
Até o momento, estamos perdendo feio. Os capitalistas estão ganhando, e os poucos que defendemos o Bem Comum estamos sendo ignorados, marginalizados ou ridicularizados.
Para entender este conflito, precisamos entender o que significa Bem Comum. Eis uma definição típica:
São recursos naturais e culturais acessíveis a todos os membros da sociedade, inclusive matérias naturais como ar, água e um planeta habitável. Estes recursos são propriedade comum e não privada.
Eu proporia uma definição um pouco mais ampla, na qual “recursos culturais” incluiriam as leis, as regulamentações e as normas garantidoras de um mundo sustentável, próspero, justo e equitativo. Mas tudo isso está sob ataque permanente dos capitalistas.
Crescimento, PIB, Riqueza e outras incongruências
Pergunte a qualquer capitalista o que ele entende por economia e ele dirá algo como: “maximização da riqueza” ou “crescimento do PIB”.
Estou com medo que você tenha CAPITALISMO...
Muita gente já se tocou que PIB não é sinônimo de riqueza ou de bem-estar, mas isso ainda não responde à pergunta: o que é riqueza?
A maior parte das definições propostas por economistas diz algo do tipo: aquelas coisas materiais produzidas pelo trabalho que satisfazem desejos humanos e podem ter valor de troca. E, é claro, o “meio de troca” que todos conhecemos e amamos: dinheiro, grana, tutu, moeda corrente. Mas, como indica Chris Martenson, a moeda é uma alegação de riqueza, não tendo nenhum valor intrínseco.
Um dos problemas que isso suscita é que não há limites práticos à moeda. Por exemplo, o valor global do mercado de derivados é de US$ 1.2 quatrilhões. Escrevamos isso com todos os zeros para um pleno impacto: US$ 1. 200, 000, 000, 000, 000.00.
E a que corresponde essa alegação de riqueza? Bem, a fonte de toda verdadeira riqueza é o capital natural. Sem isso, todo trabalho, toda inventividade e toda iniciativa individual é fundamentalmente inútil. Mas o capital natural, diferentemente da moeda, tem seus limites.
O Bem Comum natural – pré-requisito da Riqueza… e da Sobrevivência
O simples fato de precificar o Bem Comum em moeda corrente mostra uma fundamental incompreensão do que é verdadeiramente a riqueza e como ela é gerada.
Salve as abelhas!
Como, por exemplo, precificar as consequências de não mais ter ar respirável, água potável ou de ter apenas oceanos altamente acidificados? Que valor monetário atribuir ao último recife de coral, ao último sopro de ar fresco, ao último polinizador, à ultima extensão de floresta?
A resposta, obviamente, é que você não pode e provavelmente não deve precificar essas coisas. Denominar coisas que são necessários sustentáculos da vida e cujo estoque é limitado tendo a moeda como referência é como tentar converter ar, água, recursos naturais e clima habitável num maço de dólares. Pouco importa a espessura do maço, isso não dá certo.
Mesmo quando se tenta monetizar o valor do Bem Comum, como Robert Constanza e outros andaram tentando fazer, verifica-se que o valor anual de apenas 17 serviços ecossistêmicos é maior que toda a economia humana medida em PIB.
Um “serviço ecossistêmico” inclui coisas como o valor das abelhas como agente polinizador, o valor da proteção contra enchentes graças às zonas úmidas costeiras e o valor dos recifes de coral como berçário para frutos do mar comestíveis. Pra quem gosta de cifras, o valor destes 17 serviços ecossistêmicos ascendia a US$ 142.7 trilhões em 2014. E há muito mais que 17 serviços ecossistêmicos dos quais dispomos praticamente de graça, ano após ano. Em comparação, o Produto Mundial Bruto – valor anual de todos os bens e serviços criados pelo homem – é de apenas US$ 76 trilhões.
Incidentalmente, os humanos depredaram cerca de US$ 23 trilhões por ano em serviços ecossistêmicos desde 1997, arruinando zonas costeiras úmidas, destruindo corais e causando outras devastações do Bem Comum. Essa liquidação em massa de nosso capital natural sequer aparece em nossos indicadores econômicos.
Retomemos a questão do caráter praticamente ilimitado da moeda. Como pode ser isso? Ora, os capitalistas estão especulando em cima de um capital natural que não existe- no fundo, estão roubando cegamente futuras gerações enquanto produzem a maior bolha financeira jamais vista no mundo.
Os capitalistas ficam com a maior parte do botim deste roubo, a gente fica com as migalhas e as futures gerações pagam a conta. A não ser que, é claro, a natureza decida cobrar a dívida mais cedo que tarde – algo que, dadas as tendências da mudança climática, tornou-se inevitável, e muito antes do que acreditavam os capitalistas.
De fato, é muito provável que a conta chegue mais cedo, pagável em uma década ou duas, e em termos inegociáveis, pouco importando se os sistemas que servem de sustentáculo à vida vão continuar ou não.
Como e por que essa insanidade persiste? Capitalistas cegos ao futuro se apossaram do governo, da mídia e dos termos do debate.
E não se trata apenas do Bem Comum natural. Plutocratas estão privatizando ou tentando privatizar a educação, as prisões, os transportes, a água, a construção de infraestruturas, a administração e a manutenção, o policiamento, os serviços de bombeiros, os programas de saúde, a seguridade social- a lista é infinita.
E não é verdade que o setor privado faça melhor as coisas. Em geral, o setor público fornece melhores serviços a custos comparáveis ou iguais aos dos equivalentes do setor privado. A política de privatizações é para favorecer os lucros de uns poucos gatos pingados em detrimento da vasta maioria da população.
CAPITALISMO
Os serviços públicos eram parte do investimento compartilhado que fizemos para o Bem Comum. A verdadeira base de nosso governo enraíza-se na ideia de que governos são estabelecidos para garantir o “Bem Público”, ou a “comunidade”.
Mas desde o famoso “o problema é o inchaço governamental” de Ronnie Reagan, os estadunidenses passaram a se comportar como caipiras vorazes num festival depravado, incapacitando, subfinanciando e desacreditando o governo e transformando o país numa troça de enlouquecidos acólitos de Ayn Rand, que se empobrecem a si mesmos enquanto destroem o capital natural e o direito de nascer de nossos filhos.
[*] John Atcheson é autor do romance A Being Darkly Wise, um livro de suspense ecológico, primeiro volume de uma trilogia centrada sobre o aquecimento global. Publicado em The New York Times, The Washington Post, The Baltimore Sun, The San Jose Mercury News e outros grandes jornais, suas resenhas podem ser lidas em ClimateProgess.
Hace 70 años la bandeira de los soviet flameaba en el centro de poder de la alemania nazista,signicando que no existe una raza superior en el mundo.
emocionante el himno
ps: Devemos recordar el martirio de los heroes de la grande guerra pátria, que salvaron al mundo entero de la locura nazista, fascista y del imperialismo japones. Devemos luchar para que eso no vuelva a suceder
África es un continente con grandes recursos naturales, un continente
que ha sufrido mucho en el pasado debido a las acciones de los
colonizadores, que remodelaron la región sin tener en cuenta las
tradiciones y las relaciones sociales locales, un continente donde
muchos países han tenido que enfrentarse, aparte de a la pobreza, el
hambre y los cataclismos naturales, a guerras sangrientas y conflictos
internos que, en muchos casos, perduran hasta hoy en día, mientras que
en otros han dejado profundas heridas o han provocado consecuencias
irrevocables para la sociedad.
Tradicionalmente, las riquezas naturales del continente negro han atraído a las naciones más poderosas,
sobre todo países occidentales, que han visto en la influencia en la
región un componente clave en la lucha por la influencia en el mundo. Uno de estos países ha sido EE.UU., que, tras el
colapso de la Unión Soviética, intensificó los esfuerzos para fortalecer
su presencia en África. Los primeros en captar su atención fueron Sudán
y Etiopía, que en el pasado habían cooperado activamente con la URSS,
pero posteriormente la actividad de Washington se expandió a muchos
otros países, a veces provocando 'efectos secundarios' más dañinos que
las sequías o las hambrunas.
La catástrofe de Libia
Uno de los casos más emblemáticos de la expansión de EE.UU. y sus aliados de la OTAN en África es el de Libia, país que sigue sufriendo las consecuencias del 'apoyo' estadounidense a la 'democracia'.
Washington "siempre estará hombro con hombro con el pueblo libio",
aseguraba el presidente Barack Obama en 2011, a inicios de la campaña
militar de la OTAN en el país árabe. "EE.UU., junto con la comunidad
internacional, está comprometido con el pueblo libio. Ustedes han ganado
su revolución", proclamó entusiasmado el mandatario estadounidense unos
meses después, el 20 de octubre, en respuesta a la noticia sobre la muerte del coronel Muammar Gaddafi, y aplaudió los futuros cambios democráticos que aguardaban al país. Los países occidentales optaron por hacer oídos sordos a los numerosos testimonios que presentaba RT al público día tras día y a las opiniones de aquellos expertos que advertían que apostar por la oposición era un error.
Así, el diplomático norteamericano retirado George Kenney advirtió
en marzo de 2011 en declaraciones a RT que una intervención militar
extranjera en Libia desembocaría en un conflicto de larga duración y en
el consiguiente auge del terrorismo. "La actividad de la OTAN en Libia provocará aún más agitación a nivel mundial. En mi opinión, va a pasar lo mismo que en Irak y Afganistán", pronosticó.
"La oposición libia no será capaz de crear un nuevo Gobierno estable
tras derrocar al enemigo, los rebeldes deberán afrontar las
contradicciones internas", comentó a RT el entonces embajador de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogozin,
en medio del conflicto libio. "Las intervenciones otanianas, la
política y la militar, en la 'primavera árabe' podrían tener como
resultado un 'caliente verano árabe', con todas las circunstancias que
de ello se derivan para los demás Estados de la región", volvió a insistir Rogozin a finales de 2011.
EE.UU. y sus aliados "promueven las guerras civiles en países foráneos
por la simple razón de que en su ignorancia total (...) están tratando
de cambiar regímenes, gran parte de los cuales ni siquiera entienden", decía en julio de 2011 en declaraciones a RT el periodista investigador Adrian Salbuchi.
Fue el 11 de septiembre de 2012 cuando Washington experimentó por primera vez en su propia piel cómo es la nueva democracia libia. El ataque contra la Embajada de EE.UU. en Bengasi se cobró la vida de cuatro estadounidenses, el embajador Christopher Stevens
entre ellos. En agosto de 2013, EE.UU. se vio obligado a cerrar
temporalmente 19 sedes diplomáticas en Oriente Próximo y África del
Norte ante los altos riesgos de atentados terroristas. En mayo de 2014,
Washington ordenó el envío de un buque de guerra hacia las costas
libias.
"Las intervenciones otanianas, la política y la militar, en la
'primavera árabe' podrían tener como resultado un 'caliente verano
árabe', con todas las circunstancias que de ello se derivan para los
demás Estados de la región"
Dmitri Rogozin, político y diplomático ruso
Hoy en día, el país árabe sigue sumergido en el caos.
Existen dos gobiernos de facto en Libia: uno, elegido por medio de
elecciones legítimas, con sede en el este del país, y otro, de ideas
radicales, cuyo Congreso se encuentra en Trípoli.
El pasado mes de abril, durante un encuentro en Moscú con el canciller ruso, Serguéi Lavrov, el primer ministro libio, Abdalá At-Tani, apuntóa Occidente como responsable del caos
reinante en el país desde la caída del régimen de Muammar Gadaffi, y
pidió el apoyo de Rusia para restaurar las instituciones
gubernamentales. El ministro de Relaciones Exteriores ruso subrayó, por
su parte, que Moscú asiste al esfuerzo internacional, en la medida de lo
posible, para estabilizar la situación en el país norteafricano, y
señaló la necesidad de encontrar una manera rápida de reunificar el
Estado cuanto antes.
Malí, víctima de las acciones en Libia
Como era de esperar, la guerra en Libia apoyada por la OTAN abrió 'la caja de Pandora' de la inestabilidad
en los países del Sahel. Miles de combatientes de Mauritania, Malí,
Níger y otros países que luchaban como mercenarios en el Ejército del
exlíder libio Muammar Gaddafi regresaron a sus lugares de origen armados
hasta los dientes.
"Gaddafi sabía controlar la actividad de los tuaregs en la zona del
Sahel, pero ahora han emprendido su propia 'navegación'. Es gente
armada, muy bien preparada, que tiene comandantes experimentados.
Combatirlos es una tarea sumamente difícil"
Yevgueni Satanovski, presidente del Instituto de Oriente Próximo de Rusia
Uno de los primeros países africanos en sentir las consecuencias de la guerra en Libia fue Malí.
A lo largo de su breve historia postcolonial este país ha estado constantemente bajo la amenaza de una rebelión de las tribus del norte,
principalmente los tuaregs, que aspiraban a crear un Estado
independiente cuyo territorio incluiría el norte de Malí, el sur de
Argelia, las provincias orientales de Mauritania y la zona norte de
Níger.
El 22 de marzo de 2012, un golpe de Estado depuso al presidente de
Malí Amani Toumani Toure y el 6 de abril los rebeldes tuaregs del
Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) proclamaron la
instauración del Estado islámico de Azawad en un territorio de unos
850.000 kilómetros cuadrados.
Según denunciaron en su día las autoridades de Malí, los tuaregs, que habían formado parte de las divisiones de élite de Gaddafi, llegaron con fusiles automáticos, lanzagranadas y ametralladoras que habían recibido del régimen libio. También disponían de armas francesas más modernas suministradas durante la guerra a los rebeldes libios.
"Gaddafi sabía controlar la actividad de los tuaregs en la zona del
Sahel, pero ahora han emprendido su propia 'navegación'. Es gente
armada, muy bien preparada, que tiene comandantes experimentados.
Combatirlos es una tarea sumamente difícil", declaró entonces el
presidente del Instituto de Oriente Próximo de Rusia, Yevgueni
Satanovski.
La guerra en Libia proporcionó a los exmercenarios de Gaddafi no solo
dinero y armas, sino también medio año de experiencia de combate.
Además, según informó el diario 'New York Times', durante cuatro años EE.UU. llevó a cabo en la región un programa antiterrorista a gran escala,
invirtiendo entre 520 y 600 millones de dólares en el entrenamiento de
tropas en Malí. A los militares les enseñaron a patrullar las fronteras y
a neutralizar las emboscadas, entre otros métodos de lucha contra el
terrorismo. Entrenados en la lucha contra los terroristas, unidades militares del país desertaron y entraron en las filas de los extremistas islamistas, como los rebeldes tuaregs.
A finales de 2012, la escalada de violencia en el norte de Malí, ocupado por grupos separatistas, provocó una resolución
de la ONU que autorizó el envío de una misión militar extranjera al
país africano para restablecer la paz. Las tropas francesas fueron las
primeras en llegar en enero de 2013.
A pesar de las declaraciones del presidente François Hollande de que
los militares franceses no lucharían en Malí más de un mes, la
intervención militar en el país africano se prolongó hasta el 13 de
julio de 2014, y luego fue relevada por la operación Barkhane.
A tenor de algunos expertos, en aquella ocasión se vivió una
rivalidad entre Francia y Estados Unidos por el control sobre el África
poscolonial.
La constante crisis de Sudán
En 1983, una guerra civil dividió Sudán en dos partes. El conflicto,
conocido como la 'Segunda Guerra Civil Sudanesa', se convirtió en uno de
los episodios más violentos del siglo XX y duró hasta 2005, cuando fue
firmado el acuerdo de paz.
En una primera fase del conflicto, EE.UU. apoyó al Gobierno musulmán en Jartum,
que impuso en los territorios bajo su control la ley coránica, lo cual
no hizo más que intensificar la lucha, pero en 1989 en el norte musulmán
de Sudán se produjo un golpe militar que derivó en la llegada al poder
de islamistas aún más radicales. Esta vez, Washington decidió apoyar a
los rebeldes del sur.
"El hallazgo de un yacimiento de petróleo en Sudán en 1990 por parte
de la compañía estadounidense Chevron no hizo más que echar más leña al
fuego", escribe Alexánder Sharkovski, analista del portal nvo.ng.ru, quien destaca el carácter más violento de la guerra en las zonas con presencia de petróleo. Los combates dificultaban la actividad de los magnates estadounidenses,
y en 1994 EE.UU. presionó a las partes del conflicto para que firmaran
una nueva estructura estatal. Sin embargo, los dirigentes del norte
musulmán no accedieron y los servicios secretos de EE.UU. orquestaron
disturbios, encabezados por una fuerte oposición, apoyada por Occidente,
recuerda Sharkovski.
En 2005 fue firmado el acuerdo de paz y empezó el proceso de
transición, que culminó con la independencia de Sudán del Sur. Sin
embargo, la ansiada paz no ha llegado a ninguno de los dos países.
Según Sharkovski, Washington suministra apoyo, incluido el militar, a los dos Estados, y los dos países, a pesar de sus ricos recursos, dependen en gran medida de la ayuda estadounidense. "Ambos países están sumidos en la pobreza y la corrupción, y sufren sus consecuencias", lamenta el analista.
Etiopía, bajo constante presión del 'aliado'
Etiopía, vecina de Sudán, también ha pasado por periodos difíciles en su historia, una historia que también ha sido marcada por la influencia de EE.UU.
En 1993, el país se dividió en dos, Etiopía y Eritrea. En 1996, bajo
la presión de EE.UU. y dos años antes de empezar una guerra entre sí,
las fuerzas terrestres de Eritrea y Etiopía participaron en la guerra civil de Sudán, apoyadas por la Fuerza Aérea de EE.UU.
Después del 11 de septiembre 2001, los servicios de inteligencia norteamericanos crearon en Etiopía un campamento
para entrenar a los combatientes de la oposición somalí. También
abrieron aeródromos en el país para operaciones aéreas tradicionales y
con aviones no tripulados contra Somalia y Yemen.
Así, desde 2011 EE.UU. ha tenido una base de drones militares en Arba Minch, en el sur de Etiopía.
En 2006, también bajo presión estadounidense, Etiopía envió tropas a Somalia, que siguen presentes allí en la actualidad.
Intervención en Somalia
A principios de los años 90 Somalia fue escenario de una caótica guerra civil y de una catástrofe humanitaria.
En 1992, como parte de la operación de la ONU Restaurar la Esperanza,
George H. W. Bush envió al país 28.000 soldados. La misión la amplió el
sucesor de Bush, Bill Clinton, para hacer frente a algunos señores de
la guerra considerados responsables de los disturbios y el caos en el
país.
En octubre de 1993, los guerrilleros somalíes organizaron una emboscada contra la Fuerza de Reacción Rápida de EE.UU.
Como resultado de la batalla fueron derribados dos helicópteros
estadounidenses UH-60 Black Hawk, 18 militares murieron, más de 70
resultaron heridos y Bill Clinton anunció la retirada de las fuerzas
estadounidenses del país.
Para comienzos de 2000, en Somalia cobró fuerza la Unión de Cortes
Islámicas (UCI), un grupo radical que recibía apoyo de Arabia Saudita y
otros países del Golfo.
Ante esta amenaza, los representantes de la inteligencia de EE.UU. persuadieron y financiaron a los señores de la guerra somalíes
para que crearan una alianza contra la Unión (la Alianza para la
Restauración de la Paz y Contra el Terrorismo, ARPCT), campaña que
provocó duras críticas entre los funcionarios norteamericanos ya que,
según argumentaban, socavó todos los esfuerzos antiterroristas en
Somalia, informó entonces 'The New York Times'. La alianza creada gracias a EE.UU. estaba profundamente dividida y era poco eficaz,
y en julio de 2006 las fuerzas de la Unión de Cortes Islámicas tomaron
Mogadiscio, la capital de Somalia. En diciembre, ya controlaban todo el
territorio del país.
El 21 de diciembre de 2006 comenzó oficialmente la guerra entre
Somalia, bajo el control de la UCI, y Etiopía, que apoyó a las fuerzas
del Gobierno Transicional de Somalia y de los gobiernos de las regiones
autónomas de Puntland y Galmudug.
En enero de 2007 EE.UU., apoyado por el entonces presidente somalí,
Abdullahi Yusuf Ahmed, intervino directamente en la guerra, lanzando
ataques aéreos contra los supuestos líderes de Al Qaeda en este país y
la UCI.
En agosto de 2008, el grupo radical Al Shabaab se escindió de la UCI y emprendió una guerra contra la coalición creada por EE.UU.
que dura hasta hoy. El grupo, que colabora con organizaciones
terroristas como Al Qaeda, está tratando de derrocar al Gobierno de
Mogadiscio respaldado por Occidente e imponer su propia versión estricta
de la ley islámica en el país, mientras que el Gobierno Transicional
sigue sin lograr unidad y resistiendo únicamente gracias al apoyo de
Etiopía.
A principios de 2014, EE.UU. desplegó casi dos docenas de tropas regulares en el país para entrenamiento y asesoría.
Además, en julio de 2014, Washington reveló que había mantenido presencia militar secreta en Somalia
durante los últimos siete años. Un destacamento variable de hasta 120
militares que incluía miembros de las fuerzas especiales permanecía en
el país.
Como resultado de la constante intervención norteamericana, "los
Gobiernos de los países del Cuerno de África –Sudán, Sudán del Sur,
Somalia y Etiopía– se han visto entre la espada y la pared, y ahora
dependen totalmente de la ayuda de Estados Unidos", opina Alexánder
Sharkovski.
Tropas en otras países africanos
En 2014, 'The Washington Post'
publicó un sorprendente mapa que revelaba en qué naciones subsaharianas
había presencia militar estadounidense involucrada en operaciones
militares reales.
Según indicó el rotativo, este hecho podría ser descrito como "una
creciente guerra en la sombra" contra los afilados de Al Qaeda y otros
grupos militantes.
Aparte de los casos ya mencionados, el mapa incluía los siguientes países: Burkina Faso
Desde el año 2007 EE.UU. tiene
una base en la capital, Uagadugú, que actúa como centro de una red de
espionaje estadounidense en la región. Los aviones espía salen de la
base para volar sobre Malí, Mauritania y el Sáhara en busca de los
combatientes de Al Qaeda del Magreb Islámico.
República del Congo
Las
tropas de EE.UU. en este país ayudan a la nación en la búsqueda de
miembros de la guerrilla ugandesa Ejército de Resistencia del Señor,
dirigida por Joseph Kony.
República Centroafricana
En abril de
2013 EE.UU. tenía alrededor de 40 tropas en este Estado que ayudaban a
la búsqueda del Ejército de Resistencia del Señor.
El
Ejército de EE.UU. tiene una gran base conocida como 'Camp Lemonnier'
en el Aeropuerto Internacional de Yibuti-Ambouli. Allí permanecen
alrededor de 4.000 militares, así como una gran cantidad de aviones y
drones.
Kenia
En la instalación
denominada 'Camp Simba', cerca de la frontera con Somalia, hay alrededor
de 60 militares desde noviembre de 2013.
Níger
En
2013 la Fuerza Aérea de EE.UU. estableció una base de drones en la
capital, Niamey. La Casa Blanca declaró que en la base hay alrededor de
100 militares en una misión de "recopilación de inteligencia".
Nigeria
A
principios de mayo de 2014 un pequeño equipo de soldados
norteamericanos y asesores civiles fue desplegado en Nigeria para unirse
a la búsqueda de las niñas secuestradas por Boko Haram. Esas tropas se
unieron a alrededor de 70 militares en Nigeria, 50 de ellos asignados
regularmente a la Embajada de EE.UU., y 20 infantes de marina que
realizaban entrenamientos.
Uganda
EE.UU.
tiene una base en la ciudad de Entebbe, desde la cual vuela un avión de
vigilancia PC-12 en busca del Ejército de Resistencia del Señor. El
número total de tropas norteamericanas en Uganda es de alrededor de 300,
y están oficialmente en el país para "proporcionar información,
asesoramiento y asistencia" a una fuerza de la Unión Africana en busca
de Kony.
Los objetivos de EE.UU. en África
Los estadounidenses incluyen a África en la zona de sus intereses
vitales. En 2008, por ejemplo, se creó el Comando Especial Africano de
las Fuerzas Armadas de EE.UU. (AFRICOM). La importancia estratégica de África es evidente y va desde las vías navales del canal de Suez y el Cuerno de África hasta los recursos naturales del continente.
En opinión de muchos expertos, EE.UU. realmente necesita mantener sus
posiciones en África ya que si no toma medidas, en un futuro próximo
será 'expulsado' del continente.
Además, algunos analistas apuntan que el mantenimiento de la influencia en el continente es el 'último recurso' de Barack Obama para salvar su reputación asociada de alguna manera con los fracasos de su política exterior.
"La política exterior del presidente estadounidense es
considerada por numerosos expertos un fracaso total, (...) por lo que
Obama todavía tiene que mostrar al menos algunos progresos en este
ámbito", opinó el analista político Piotr Akópov en un artículo en el
portal ruso Vzgliad
tras la cumbre en la que participaron el mandatario estadounidense y 47
jefes de Estado africanos en la capital de EE.UU. en agosto de 2014.
Finalmente, la cumbre fue vista por muchos como una manifestación del intento de EE.UU. de oponerse al avance de competidores, sobre todo China, en el continente negro.
Los rivales de EE.UU. en África
China, el principal rival por la influencia en África
El principal rival de los países occidentales, sobre todo EE.UU., en
la lucha por las esferas de influencia en África es China, cuya campaña
en el continente comenzó hace un cuarto de siglo. Aunque los chinos
comenzaron a establecer relaciones en los años sesenta, antes del inicio
de los años noventa no contaban con los recursos necesarios para
aumentar significativamente su peso en el continente. Los recursos naturales de África son vitales para el rápido crecimiento del gigante asiático,
y durante los últimos años Pekín ha sido capaz de hacer un progreso
considerable en su expansión por el continente. Desde el año 2000
China organiza cumbres similares a la de EE.UU, y el volumen de comercio
entre China y África en 2014 ya duplicaba la balanza entre EE.UU. y
África.
La posición general de Occidente en África es todavía más
influyente que la de China. Por ejemplo, Francia controla prácticamente
todo el sistema financiero de los Estados de África Occidental, pero el
poder de China realmente preocupa a los representantes de los países
occidentales.
"Los Gobiernos de los países del Cuerno de África –Sudán, Sudán del
Sur, Somalia y Etiopía– se han visto entre la espada y la pared, y ahora
dependen totalmente de la ayuda de Estados Unidos"
Alexánder Sharkovski, analista ruso
Rusia vuelve a ganar terreno en el continente africano
La URSS en su momento invirtió una gran cantidad de dinero y esfuerzo en el continente. De 1960 a 1990, la Unión Soviética fue la fuerza más importante en el continente africano porque los países liberados del colonialismo buscaban ayuda para llegar a ser realmente independientes.
La URSS les dio lo que pedían: préstamos, equipos y la construcción
de infraestructura. El entendimiento ideológico también fue importante,
ya que muchos países optaron por el camino socialista, el único que les
daba la oportunidad de liberarse de los dictados de Occidente.
Aunque con el colapso de la URSS los rusos abandonaron casi completamente África, a principios de los años 2000 comenzó un retorno gradual al continente.
Actualmente las principales empresas mineras de Rusia trabajan en
Angola, Guinea, Namibia, Nigeria y Sudáfrica. En general, las posiciones
de Rusia son más potentes en el sur del continente.
La espiral de la historia
Las bases de muchos de los problemas actuales de África fueron
creadas por los colonizadores, sostiene en su artículo Alexánder
Sharkovski.
Según explica el analista, los europeos "lo remodelaron todo a su manera",
sin tener en cuenta las tradiciones locales, las relaciones sociales y
las características culturales de los países africanos, y "entonces colocaron una bomba de relojería que se ha activado ahora".
"Hoy en día, los países occidentales, en primer lugar, EE.UU. y las
corporaciones multinacionales que explotan África y sus recursos, están
aprovechando la situación de crisis creada gracias a los esfuerzos de
estos mismos países occidentales", opina el autor del artículo,
explicando que "los debilitados Gobiernos nacionales, uno tras otro, se
encuentran en una situación de dependencia del apoyo de EE.UU. y sus
aliados".
En opinión del analista, la política actual de Occidente hacia África
evoca la del Imperio británico, basada en el principio de 'divide y vencerás', y otra analogía relaciona a EE.UU. con las políticas del Imperio romano.
"Todos sabemos qué pasó después. Y no olvidemos que la historia tiende a repetirse", concluye el experto.