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quarta-feira, dezembro 31, 2008

El neo-nazismo de israel ataca






(1) Una enorme masa de gente levanta el cadáver de una niña palestina muerta durante los bombardeos israelíes. (2) Judíos polacos muertos en Auschwitz. (3) El primer ministro y el presidente israelí celebran la ‘victoria militar’.

Un día más de los atroces bombardeos israelíes en la Franja de Gaza. El número de cadáveres palestinos crece hora tras hora. La operación ‘Plomo Lanzado’ ha asesinado, desde el sábado, al menos a 360 personas, entre ellas se cuentan 21 niños.

El relator especial de Naciones Unidas para los territorios palestinos, Richard Faulk, ha afirmado que Israel está cometiendo “una espeluznante serie de atrocidades, utilizando armamentos modernos contra una población indefensa y atacando a una población que ha estado sufriendo un severo bloqueo durante muchos meses”.

Faulk dijo sentirse estupefacto por el hecho de que la comunidad internacional no haya tomado medidas más decisivas como respuesta ante lo que está ocurriendo.

Asimismo, Vittorio Arrigoni, del diario Il Manifesto, ha indicado que “el silencio del ‘mundo civilizado’ es más ensordecedor que las explosiones que cubren la ciudad como un manto de muerte y terror”.

Y es cierto. La comunidad internacional ha callado frente a este genocidio o ha caído en el chantaje sionista de llevar el debate a si tiene derecho a defenderse de las agresiones "terroristas". Se lamenta la ‘desproporción’ del ataque pero no la ofensiva en sí.

La propaganda israelí culpa a Hamas por la sangrienta intervención bajo la excusa de que hace meses que este movimiento islámico dispara misiles Qassam contra su territorio. Pero ¿cuántos israelíes han muerto durante esos meses y cuántos palestinos en estos días? La disparidad es manifiesta.

Cínicamente, los gobernantes israelíes han nombrado la sangrienta intervención en forma poética.

‘Plomo Lanzado’ es la adaptación de un poema de Haim Nachman Bialik, quien vivió y murió poéticamente antes que Israel fuera fundada sobre un 78% de territorio palestino.

En una de sus obras, Bialik habla de un “trompo lanzado de plomo sólido”, un juguete que ahora lanzan los sionistas sobre Gaza.

Ocultando la historia
Muchos historiadores occidentales e inclusive pensadores judíos no sionistas han sido marginados y catalogados como antisemitas sólo por buscar verdades que han sido ocultadas sistemáticamente por el Estado sionista.

La primera de ellas es que el Holocausto judío existió efectivamente y fue una barbarie sistemática planificada por los nazis. De igual modo, que en campos de exterminio como Auschwitz- Biurkenau o Treblinka murieron cientos de miles de personas consideradas inferiores, principalmente judíos.

Sólo en Auschwitz murieron aproximadamente un millón de judíos. También murieron 75,000 polacos no judíos, unos 18,000 gitanos, 15,000 prisioneros de guerra soviéticos y miles de homosexuales, discapacitados, y hasta testigos de Jehová.

Resulta paradójico pero los nazis a cargo de los campos de exterminio llamaban “musulmanes” a aquellas personas de color cetrino que, por debilidad, no podían realizar trabajos físicos y sólo esperaban la muerte.

Lo que encubre el sionismo es que gran parte de los judíos confinados en estos campos eran miembros de la resistencia secreta contra el nazismo. Los otros miembros de la resistencia usualmente lograban escapar para unirse a los partisanos.

El levantamiento del gueto de Varsovia, donde los judíos lanzaron una lucha armada desigual, fue un símbolo de valentía y el primer levantamiento armado contra el gobierno nazi en toda Europa.

Esa resistencia es la misma que los palestinos vienen librando hace 60 años contra la ocupación israelí, en forma secreta y pública, de modo pacífico y armado, para reconquistar Cisjordania y fundar un Estado independiente, cuya capital sería Jerusalén oriental.

Sionismo en Palestina
La propaganda sionista pretende que Palestina era un territorio abandonado en el cual le correspondía, por tener ahí sus raíces históricas, construir su Estado. Afirman que “ocho olas de inmigración transformaron la tierra de Israel, de una franja de tierra abandonada del imperio otomano, a un asentamiento judío fructífero y desarrollado”.

Mienten. ¿Por qué, sino, buscaron antes otros territorios como Uganda y Argentina donde emigrar?

Y cuando se funda el Estado israelí en 1948, ya vivían allí cientos de miles de árabes palestinos, los que fueron expulsados de sus hogares y tierras.

Luego, Israel se adueñó de los territorios de Cisjordania y Gaza y la parte oriental de Jerusalén. Pese a que el Consejo de Seguridad de la ONU ha exigido que abandone los territorios ocupados, Israel se ha negado a hacerlo, con la complicidad de Estados Unidos.

En dichas condiciones, el régimen corrupto de Al Fatah que gastaba a manos llenas el dinero que recibía de las financieras europeas, fue vencido en las urnas por el islámico Hamas. Europa y Estados Unidos se rasgaron las vestiduras y dieron su apoyo al domesticado Mahmoud Abbas, de Al Fatah. Israel había logrado, así, un objetivo estratégico: romper el movimiento de liberación palestino.

Además, en esta guerra de ocupación, Israel ha instalado a millares de sus colonos en Jerusalén Oriental y Cisjordania. Colonos que pertenecen a la más dura derecha y que amenazan a los palestinos con pintas como “¡Árabes a las cámaras de gas!”.

Gaza es actualmente una zona en la que sus habitantes pueden ser hambreados y asesinados impunemente.

Un Estado indigente
Karen Koenig AbuZayd, jefa de la agencia de la ONU para refugiados palestinos, UNRWA, escribió este año: “Gaza está siendo reducida intencionalmente a un estado de abyecta indigencia, con el conocimiento, la aquiescencia y –algunos dirían– el aliento de la comunidad internacional”.

El escritor Ali Abunimah relata: ‘En barriadas y sobre estercoleros, viven un millón y medio de palestinos. Israel les impide entrar o salir del territorio, les raciona el agua, la electricidad, los alimentos y las medicinas… Y los bombardea cuando es menester’.

¿Cuándo reaccionará el mundo ante esta matanza? ¿Cuándo pasará de las palabras a los hechos?

El asesinado dirigente israelí Yitzhak Rabin dijo: ‘Suficiente de sangre y lágrimas. ¡Suficiente!’ Y Yasser Arafat le habría respondido simplemente, en su idioma, ‘Salaam’ (Paz).

Piden sanciones
El presidente de la Asamblea General de la ONU, el sacerdote nicaragüense Miguel D'Escoto Brockmann, comparó recientemente el cerco de Gaza por Israel, con “el apartheid de los primeros tiempos en otro continente”. Como escribiera Nelson Mandela, con la excepción del genocidio nazi, “no hay un mal que haya sido tan condenado por todo el mundo como el apartheid”.

Y recordó que fueron las sanciones internacionales las que ayudaron a terminar con este flagelo, agregando: “Deberíamos considerar ponernos a la cabeza de una similar campaña no violenta de boicot, desinversión y sanciones para presionar a Israel...”

fuente: diario la primera

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